Este domingo primero de mayo se celebraba en Ortuella la segunda concentración anual de clásicos, ya nos habíamos apuntado antes del treinta de abril y allí hemos ido.
La hora de inscripción era de diez a once de la mañana, salimos de Vitoria a las nueve y treinta minutos, nos separan unos ochenta y ocho kilómetros y decidimos ir por la autopista, como se puede observar había muy poco tráfico
Llegamos a Ortuella sobre las diez y media, en el punto de la concentración.
Llegamos, estacionamos los vehículos e hicimos un recorrido por todos los coches expuestos que eran muchos. De vez en cuando aparecía una curiosidad, en esta ocasión querían rememorar el servicio que prestaban los seat 600 cuando sus dueños salían de vacaciones y llevaban incluso el perro en la baca.
Este es el coche más veterano, ganó el premio de coche más veterano.
Una vista parcial de los coches expuestos en el recinto.
Las siguientes fotos son los coches que hemos llevado mi hijo y yo a la concentración.
Este era el único Austin Victoria que había.
Este el único Renault 4l que participó en la concentración de hoy.
Había programado un recorrido por los alrededores de Ortuella, durante el recorrido había muchos cruces, semáforos y rotondas; hubo un poco de descontrol teniendo en cuenta que todos los participantes no conocíamos la zona.
Mi hijo enseñándole el motor a algún aficionado.
Llegó el momento de la comida y nos esperaba una suculenta paella, vean el tamaño de la paella.
El comedor lleno de comensales.
En el regreso a Vitoria, nos dimos un paseo inesperado por Bilbao y pudimos ver el edificio del tigre.
El edificio de Iberdrola.
El Museo Guggenheim de Bilbao.
El Ayuntamiento
Ya de regreso a Vitoria Por el Puerto de Barazar, tomamos un café y hasta el próximo domingo.
Hemos pasado un día estupendo.
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